miércoles, 20 de diciembre de 2006

La fisonomía no es lo mio

Esto me tiene atormentado desde hace tiempo: No soy capaz de retener rostros cuando los veo por primera vez. Cuando me presentan a una manada de gente, soy incapaz de distinguirlos entre sí. A no ser que sus rasgos físicos sean muy llamativos, no distingo entre ese 60% de personas del montón . Para mi son todos iguales.

Mi cerebro crea un slot de memoria de esa persona determinada en la que no sobresale ningún rasgo por encima de otro. Y lo peor de todo es que me habré cruzado con personas por la calle y habré quedado como el culo.

Y me pasa también con las películas. Cuando ví LA Confidential, sacaba a todas horas conclusiones equivocadas ya que no conseguía distinguir entre Spacey y Russell Crowe ya que por aquel entonces eran desconocidos para mi . Si, ya lo sé, no se parecen en nada , y cuando ví la película hace poco no me podía explicar mi anterior confusión.





También discutí con un amigo , que aseguraba que el actor de "Tormenta Blanca" y "El Gran Lebowski" (Jeff Bridges), era el mismo. Yo lo negaba argumentando que el de tormenta blanca estaba más cachas. También estaba equivocado yo, claro. La prueba, aquí:






En fin , podría seguir indefinidamente. Seguramente , esto lo habré heredado de mi padre, que tampoco era muy bueno para las caras, y que una vez paró el coche , (con toda mi famila dentro) en mitad de la plaza del pueblo, y le soltó al cura: "!Ahora vamos todos a tu casa! ."

Todos pensamos que era un repentino furor republicano que le había entrado, y que le conminaba a quemar su casa con todo lo que ella contenía. Pero no, lo había confundido con el farmaceútico.




9 comentarios:

Phusa dijo...

Kopache, ya tenía ganas de leer algo nuevo...

No lo dudes, lo que podíamos llamar memoria fotográfica no es tu fuerte. Recuerdo hace años, aquella noche que te presenté a tod@s mis amigos de Xeraco y no fuiste capaz de retener las caras, me decías que todos se parecían entre ellos pero, era dificil, eran muchos... Eso parecía aquel juego de ¿Quién es quién? jajaja.

No te preocupes que a veces a todos la memoria nos falla, parece que haya dos cables que hagan mala coexión y no somos capaces de discernir entre varias caras y menos aún asociarle un nombre.

Más de una vez me he cruzado con alguien que supuestamente me conocía en profundidad porque me ha saludado e incluso preguntado por mi trabajo, familia o cosas bastante personales y mientras no dejaba de pensar de quién se trataba... He quedado fatal porque durante la conversación no he logrado adivinar de que nos conocíamos, me he limitado a realizarle preguntas genéricas para no delatarme y al cabo de unas horas me ha venido a la mente quien era. Uuufff!!! Se pasa realmente mal, ehh??

Un beset.

uachi dijo...

es que te olvidas de un detalle importante...no sólo el 60% sino quizás el 80% de la gente cuyos caretos te cruzas son tipos grises e impersonales que no merecen ser recordados...céntrate en el 20% restante y olvidate de la masa...
se lo contó juan, en nihilista, recientemente influenciado por Schopenhauer

Phusa dijo...

Es verdad, Juan. Hay gente impersonal, sin ningún rasgo que llame la atención ni que lo diferencie del resto. Sólo uno más, como los chinos.

Anónimo dijo...

Ay, Kopache, si es que las familias sin grandes haciendas a heredar se tienen que conformar con transmitir a sus descendientes aquellos rasgos de personalidad más representativos...el caso es heredar...y ése lo has heredado, está claro.
Aún así coincido con alguno de los comentarios que te han dejado, y creo que no es tanto un despiste personal como una perfecta selección que hace tu mente...que optimiza, y sólo almacena correctamente a aquellas personas que te han resultado interesantes (aunque eso siempre es, afortunadamente, subejtivo y personal, cada uno encontramos el rasgo de lo "interesante" en un sitio).
Pues eso, que siéntete afortunado de haber heredado eso y no el gen de la desorientación profunda que heredé yo y que hace de mi día a día un constante redescubrir mi ciudad...además de una aventura impagable y una ruina considerable en taxis.
Y bueno, lo de quemar alguna iglesia no quiero analizarlo mucho pero me tentaría....

Kopache dijo...

Uys, Arantza, el de la desorientación también lo he heredado yo, aunque menos.

Eso de recordar al 20% que me ha parecido interesante, me parece bien, pero no útil, a ver cómo le dices a uno que no has reconocido por la calle que tiene un careto gris e impersonal. Te puede coser la boca del estómago a crochés.

Anónimo dijo...

kopache...Ahora vamos todos a tu casa... jaaaaaaaaa!!!

Me ha hecho mucha gracia esta anécdota para ilustrar lo malo que eres para las caras.

Creo que eso desaparece, cuando conoces medio bien a la persona que en su día te presentaron y que te pareció igual al resto de la gente que por la calle te cruzaste ese día...

Y no me creo lo de los porcentajes de gente impersonal, y el de los que merece la pena... pero tampoco has de comprobarlo conociendo a todo el mundo!!

Tú por si acaso, apréndete el nombre del que ha hablado contigo un par de veces, no vaya a ser que te pase lo que a tu padre... je,je.

Acuérdate de mi nombre y de mi cara, para no confundirme con quién se yo...¿con la charcutera y me pidas que te aparte cuarta y mitad de embutido serrano??? Ja, ja

En cualquier caso, lo tuyo no es grave Kopache, aunque no tenga cura...

Besos

Phusa dijo...

Creo que hay gente que te presentan y, de entrada, es de lo más corriente pero también es indiscutible que esa misma persona que nos parecía impersonal en un principio cuando la vas conociendo empieza a tomar forma en nuestra mente hasta que le asociamos una identidad pero sigo pensando que hay gente que no destaca y pasa desapercibida aunque no por ello, eso signifique que sea menos interesante. Muchas veces las personas que no llaman la atención cuando las conoces son más atrayentes de personalidad y al revés. ¡¡¡Las aperiencias engañan!!!

uachi dijo...

queremos mas resquemores YA!

uachi dijo...

para cuando, joven, más resquemores?